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Arquitectos: majoral·tissino, architects
- Área: 192 m²
- Año: 2020
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Fotografías:José Hevia
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Se nos plantea el proyecto de ampliar una casa que habíamos reformado hace unos años. Los clientes compraron la vivienda contigua, una construcción con unas características completamente diferentes a la vivienda reformada. También el punto de partida es inusual puesto que la primera vivienda cumple todos los requisitos de habitabilidad (cocina, comedor, sala, habitaciones…). El nuevo programa funcional es una sala más amplia, un estudio abierto a un patio y una nueva habitación.
La nueva casa, construida con paredes de carga en piedra y cubierta a dos aguas, ocupa una posición de esquina en el cruce de dos calles muy consolidadas en el tejido histórico del casco antiguo y consta de una planta baja semienterrada abovedada y una planta piso con diferentes habitaciones.
El proyecto une las dos viviendas en planta baja reubicando el baño existente y creando una conexión que nos permite acceder a la gran sala abovedada en la cual una topografía de hormigón nos permite conectar el nivel de la nueva entrada y asimismo crear las plataformas de las distintas zonas del amplio estar: el gran sofá, la zona de la chimenea y la de los cócteles. Esta topografía se ensancha diagonalmente para producir un cono ‘prospectico’, reflejado también en el tratamiento diferenciado de la bóveda, que se abre hacia el conjunto de escaleras que nos permite subir a la planta piso.
Para aumentar la luminosidad en la sala, que en origen solo recibía luz natural por dos pequeñas ventanas orientadas a Norte, se ha abierto, en el lateral de la fachada Oeste, una gran ventana que ilumina el núcleo de comunicación vertical que hace de telón de fondo del salón y, en la pared que comparte con la casa reformada hace años, una nueva abertura nos permite recoger la luz del patio por medio de una gran aspillera que conecta visualmente las dos viviendas.
En la primera planta se ha abierto una gran terraza-patio que nos permite tanto la creación de una fachada orientada a Este como la dilatación del espacio del estudio hacia el exterior. El sonido del agua de una fuente que alimenta una lámina de agua acompaña las lecturas estivales.
Para “liberar” la planta el dormitorio se ha ubicado en un altillo. Desde aquí, en el punto más elevado de la vivienda se puede finalmente contemplar el dulce paisaje del Empordà con el Montgrí al fondo y la emblemática torre de Cruïlles.